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Crítica Series "Westworld"

  • Foto del escritor: Rafa Valle
    Rafa Valle
  • 8 dic 2016
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 16 mar 2018

Desde su producción Westworld cargaba con una cruz muy pesada: la expectativa. ¿Será la nueva “Game of Thrones” de HBO? Se preguntaban muchas personas en las notas o videos donde se anticipaba el estreno de esta nueva serie. Las comparaciones siempre son odiosas, sobre todo cuando ambas historias poco o nada tienen en común. Pero lo cierto, tras haberla visto por completo, es que estamos ante la que para un servidor es la serie del año.


Westworld parte de una premisa interesante, un parque de atracciones ambientado en el lejano oeste creado para que los huéspedes (humanos) den rienda suelta a sus instintos más primarios, allí serán recibidos por los anfitriones (androides de apariencia humana) que harán que sus experiencias sean tan intensas que en ocasiones les cueste diferenciar lo que es real y lo que no.

Las capas de complejidad vienen dadas por las intrigas en torno a los intereses que se esconden detrás de “la cortina”, la psicología de los “anfitriones” (y también de los humanos) y de una historia que se divide en tramas, líneas temporales y personajes; y que navega  entre el drama existencial, la ciencia ficción, el thriller clásico y la ambientación típica del western, aunque los elementos de este género estén supeditados a los anteriores, ya que entre que son “vestuario” y meras narrativas ficticias, y que “el juego está limitado” (los anfitriones no pueden herir a los huéspedes) se difumina un poco la tensión típica de los tiroteos del lejano oeste.

Por supuesto, cuando se trata de robots o androides, no faltan las habituales preguntas que determinan la existencia misma de los anfitriones: ¿quién soy? ¿Estoy vivo? ¿Qué es real? Si la existencia (y el sentir en todas sus formas) está condicionada por un recuerdo distorsionado ¿eso quiere decir que es falsa? Éstas y otras preguntas aparecen a lo largo de toda la temporada y condicionan, mucho más de lo que aparenta a simple vista, el desarrollo de los acontecimientos. Las conversaciones entre anfitriones y programadores, las frases sueltas y sus recuerdos son piezas de un gran rompecabezas que va encajando poco a poco.

El nivel actoral es magnífico. Anthony Hopkins se pasea por delante de la cámara con una naturalidad magnética, interpretando un personaje que parece hecho a su medida (que trasmite una supremacía intelectual que ya se le había visto). Ed Harris se luce en su papel de “villano” obsesionado en su busqueda incansable del juego “real” (con todo lo que ello implica) y Jeffrey Wright interpreta a Bernard en un papel del que no diré nada más, aparte de que está fantástico y tiene una química con Hopkins muy bien conseguida.


No me olvido tampoco del reparto femenino y destaco especialmente a Evan Rachel Wood como Dolores quien por su condición de anfitrion, no tenía un papel fácil, ya que tenía que cambiar constantemente su gesticulación (“análisis”, “vuelve en línea”) y lo hace de manera brillante y muy creíble, también merece mención especial Thandie Newton en su papel de  Maeve. Sus personajes cambian, se alteran, conforme se desarrolla la historia dejando atrás esa superficialidad y/o ingenuidad inicial. Respecto al resto del elenco es justo decir que todos están a un nivel realmente alto, bien es cierto que cuentan con muchas líneas de diálogo excelentes.

El apartado visual es impresionante. La serie te “sumerge” tanto en los distintos escenarios del parque, como en las futuristas instalaciones de control y programación de los anfitriones. La banda sonora acompaña muy bien y tiene algunas piezas de piano realmente preciosas.

El cierre de temporada es tan bueno que responde muchos interrogantes, formula otros y deja abiertos unos cuantos para una segunda temporada que ya fue confirmada para el 2018. La espera, como siempre en estos casos, será eterna. Desconéctenme y pónganme en línea cuando llegue el momento.


Lo Mejor: Un guión cuidado y muy trabajado que realza el ya de por sí maginifico trabajo de todos y cada uno de los actores de la serie, la ambientación es impresionante.

Lo Peor: Es posible que algún capítulo nos pierda en la densidad de la trama y se nos haga algo lento, por suerte solo ocurre en un par de episodios, que tengamos que esperar hasta 2018 para volver a entrar en este fascinante mundo.


Valoración: 9,5/10 (Imprescindible)




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© el rincón del nota 2018

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